miércoles, 15 de mayo de 2013

Nutrición, obesidad y actividad física

Nutrición, obesidad y actividad física


Las escuelas desempeñan un papel vital para mejorar los hábitos de actividad física y la alimentación de niños y adolescentes.

Todos los días, casi 133,000 escuelas del país tienen la oportunidad de enseñar a 55 millones de alumnos sobre salud y destrezas para practicar hábitos saludables2. Las escuelas pueden crear ambientes propicios para que los estudiantes coman en forma saludable y se mantengan activos a través de prácticas y políticas que apoyan el ejercicio regular y la alimentación sana. Además, las escuelas fomentan que los estudiantes aprendan sobre decisiones de estilos de vida saludable y practiquen conductas saludables.
Personas pesándose en balanzas de pieLos adolescentes hispanos o latinos nacidos nacidos en los Estados Unidos de padres inmigrantes tienen más del doble de probabilidad de tener sobrepeso que los adolescentes hispanos nacidos en el extranjero y radicados en este país.

Obesidad en niños y adolescentes

Existen disparidades raciales y étnicas significativas en cuanto a la obesidad en los niños y adolescentes de los EE. UU. Los índices crecientes de obesidad y afecciones relacionadas, como diabetes tipo 2, alto colesterol en la sangre e hipertensión arterial, muestran una tendencia alarmante entre los niños y jóvenes hispanos o latinos que viven en los EE. UU.3
La obesidad afecta en la actualidad al 17% de todos los niños y adolescentes en los Estados Unidos.4 El porcentaje de adolescentes y niños obesos se triplicó de 1980 al 2008.5 Tan solo en el 2008, más de un tercio de los niños y adolescentes estadounidenses eran obesos o tenían sobrepeso.4 Estas cifras son todavía más drásticas cuando se comparan con las de los niños mexicoamericanos. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, en el 2008, el 18.5 por ciento de los niños hispanos presentaba obesidad en comparación con el 12.6 por ciento de los niños blancos y el 11.8 por ciento de los niños afroamericanos.
Los niños obesos tienen una probabilidad mayor de ser adultos obesos. Las estadísticas muestran que los niños y adolescentes obesos tienen entre 70% y 80% de probabilidad de llegar a ser adultos obesos o con sobrepeso.

Reducción de la obesidad y las enfermedades crónicas durante la niñez

Varios factores de riesgo contribuyen a la obesidad, como la falta de actividad física, la alimentación poco saludable, la vida sedentaria y factores ambientales.
Niña en el parque jugando al "hula-hula"Dado que los niños pasan muchas horas en la escuela, el ambiente escolar puede ejercer una influencia significativa en su alimentación. Hacer que los estudiantes tengan una alimentación saludable y practiquen actividad física puede contribuir a reducir su riesgo de obesidad y de enfermedades crónicas relacionadas, como enfermedades cardiacas, cáncer y accidentes cerebrovasculares, las tres principales causas de muerte en adultos de 18 años o más de edad.
El enfoque de la salud pública en la obesidad infantil refleja una preocupación por la salud de los niños, no por su apariencia física. Para revertir la epidemia de obesidad se requiere un enfoque bien coordinado (en inglés) a largo plazo mediante el cual se lleve el mensaje a niños y jóvenes donde viven, estudian y juegan. Las escuelas son aliados clave en este esfuerzo.

Directrices actualizadas de los CDC sobre salud escolar para fomentar actividad física y alimentación saludable

El artículo Recomendaciones e informes, "Directrices de salud escolar para promover la actividad física y la alimentación saludable, Estados Unidos, 2011" (en inglés) del Informe semanal de morbilidad y mortalidad de los CDC (MMWR), ofrece nueve directrices que sirven de base para desarrollar, implementar y evaluar políticas escolares de actividad física y alimentación saludable para alumnos de kínder a doceavo grado (K-12) Desarrolladas con la colaboración de expertos en nutrición y actividad física del país, las directrices identifican las políticas y prácticas más eficaces que pueden poner en marcha las escuelas para ayudar a adoptar y mantener una alimentación más saludable y estilos de vida activos. Estas directrices sustentan las Guías alimentarias del 2010 para los estadounidenses, las Guías de actividad física del 2008 para los estadounidenses y los objetivos nacionales de Gente saludable 2020 Archivo PDF [PDF 1.26MB] (en inglés) relacionados con la actividad física y la alimentación saludable de los estudiantes.9 Cada una de estas nueve directrices (en inglés) viene acompañada de un conjunto de estrategias de implementación creadas para ayudar a las escuelas a que cumplan con dichos lineamientos. Si bien el fin último es implementar estas nueve directrices, no todas las estrategias resultan adecuadas para cada escuela y, dados los recursos limitados de algunos centros docentes, puede que tengan que poner en marcha las medidas en forma gradual.
Niña llevando una bandeja con su almuerzo escolar

La salud de los estudiantes también está asociada a su rendimiento escolar. Tanto la actividad física como la alimentación saludable pueden contribuir a los logros académicos. Los programas de salud escolar pueden contribuir en gran forma al futuro saludable de los estudiantes en los Estados Unidos. Con la adopción de estas nueve directrices, las escuelas pueden favorecer que todos los estudiantes tengan la oportunidad de alcanzar su máximo potencial educativo y busquen tener buena salud de por vida.

http://www.cdc.gov/healthyyouth/npao/strategies.htm
http://www.cdc.gov/spanish/especialesCDC/ObesidadNinos/

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